IA (1/4) - Desmitificar
Es impresionante cómo todas las conversaciones están volcadas en Inteligencia Artificial. Así fue en el par de congresos de tecnología a los que recién asistí; así ha sido en foros y chats de empresarios donde el tema está muy caliente; y así ha sido en conversaciones 1:1 con amigos empresarios.
Me parece que el tema lo merece, así que por primera vez haré una serie de 4 entregas de este newsletter, una cada semana:
- 1/4: Desmitificar la IA.
- 2/4: Chat GPT. El boom.
- 3/4: Prerrequisitos de la IA para las empresas.
- 4/4: Aplicaciones prácticas y siguientes pasos sugeridos.
Iniciaré citando una publicación reciente de Bill Gates: “En mi vida sólo he visto dos demostraciones de tecnología que me parecieron verdaderamente revolucionarias: la invención de la interfaz gráfica en los 80’s, que diera lugar a Windows y a la agenda de Microsoft los 15 años posteriores, y los avances de ChatGPT en 2022…” “…La IA cambiará la manera en la que la gente trabaja, aprende, viaja, se comunica y trata su salud. Los negocios se diferenciarán por qué tan bien saben utilizarla”. Aquí puedes leer la publicación completa si es de tu interés.
Este mes me tocó estar en dos congresos. El contenido está volcado a IA. En uno de ellos, nos mostraron la siguiente gráfica que correlaciona el crecimiento del PIB con las grandes innovaciones tecnológicas históricas.
Esta cosa se compara con la creación de la prensa; la máquina de vapor y la invención de la computadora. Habrá que ver qué comportamiento toma la pendiente de esa curva a partir de ahora.
Quiero, en esta primera entrega, desmitificar: aunque en realidad me refiero a digerir y simplificar, para ejecutivos, en 3 minutos, esto de la IA. Citaré estos elementos:
1. Capacidad de consumir grandes volúmenes de datos. A medida que la capacidad de cómputo va avanzando, la llegada de la nube y su capacidad “ilimitada”, el cómputo cuántico (que da para otro tema completo), hoy es posible procesar grandes volúmenes de datos. La única analogía que encuentro es el cosmos… no terminamos de comprender o dimensionar su “tamaño”. Te pongo este ejemplo: ¿Cuánto tardaría un humano en contar de 1 a 1 millón? Supongamos que 1 millón de segundos, dado que al principio cuentas muy rápido, pero cuando vas en el 887,654 tardas bastante en hilar el número. Bueno; una laptop estándar de oficina tiene un procesador de “3.6 GHz (Giga Hertz)”, eso significa que puede contar del 1 a 3,600 millones (3,600,000,000) ¡EN 1 SEGUNDO! Lleva eso de tu laptop cotidiana a un esquema de cómputo a gran escala… cuántos datos crees que pueda procesar? ¡Complejísimo de racionalizar!
2. Aprendizaje automático. Aquí está el corazón de la IA. Se trata de algoritmos matemáticos que analizan toda esa cantidad de información y encuentran patrones. Hay diversos métodos. Imagina, por ejemplo, a un bebé que ve un vaso de cristal, otro de plástico, otro de madera, unos largos, otros cortos y, eventualmente, determina qué cosa es un vaso y qué cosa no es. Igualito pasa con los algoritmos… les entregamos tanta información, que termina “sabiendo” qué es un vaso y qué no. Pero, con puras matemáticas, también tiene la capacidad de reconocer patrones sin que se lo hagas explícito… por ejemplo: “descubrir” que un vaso de cristal se rompe, porque -por otro lado- “aprendió” sobre las propiedades del cristal. Y así, mientras más información tenga, más relaciones y patrones irá construyendo y más “inteligente” se volverá.
3. Toma de decisiones. He escuchado en diversas conversaciones que la IA es “para la talacha”, que el “valor” de la creatividad humana no puede ser sustituida. Sin embargo, en un Diplomado en Innovación que estudié hace unos años, aprendíamos que la innovación se logra ejecutando un proceso creativo detrás y éste fluye sólo a través de la inspiración y ésta se alimenta sólo con estímulos externos. Es decir, según los expertos, el proceso creativo consiste en conectar ideas vistas en otro lado… descomponer, desarmar, enriquecer y recomponer. Entonces… a una máquina capaz de consumir y relacionar infinitamente más estímulos externos que el ser humano ¿qué le impide crear; “ver” opciones fuera de la caja; calificar alternativas; hacer pronósticos; anticipar resultados; tomar decisiones? NADA.
¿Ves la oportunidad? ¿Ves también el peligro? Bienvenido al gran debate mundial.
Esto, dear fellows, es la IA. Sin embargo, su existencia no es (tan) nueva y ya hace algunos años contamos con herramientas y elementos tecnológicos bastante asequibles. Entonces… ¿por qué ChatGPT está haciendo tanto ruido? Eso, mi querido Sultán Shahriar, te lo contaré en la segunda entrega de esta serie, la próxima semana.
Un abrazo.